5 de diciembre de 2017

LETANÍAS A MARÍA INMACULADA




Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Dios Santo, Trino y Uno, ten piedad de nosotros.







Virgen Inmaculada entre todas las vírgenes, ruega por nosotros.
Virgen Inmaculada en tu Concepción, ruega por nosotros.
Hija Inmaculada de Dios Padre, ruega por nosotros.
Madre Inmaculada de Dios Hijo, ruega por nosotros.
Esposa Inmaculada del Espíritu Santo, ruega por nosotros.
Templo Inmaculada de la Santísima Trinidad, ruega por nosotros.
Imagen Inmaculada de la sabiduría de Dios, ruega por nosotros.
Aurora Inmaculada del Sol de justicia, ruega por nosotros.
Arca viva e Inmaculada donde descansó Jesucristo, ruega por nosotros.

Vástago Inmaculado de la raza de David, ruega por nosotros.
Camino Inmaculado, que llevas a Jesucristo, ruega por nosotros.
Virgen Inmaculada, que triunfas sobre el pecado, ruega por nosotros.
Virgen Inmaculada, que pisas la cabeza de la serpiente, ruega por nosotros.


Reina Inmaculada del cielo y de la tierra, ruega por nosotros.
Puerta Inmaculada de la celestial Jerusalén, ruega por nosotros.
Dispensadora Inmaculada de la gracia de Dios, ruega por nosotros.
Estrella Inmaculada del mar, ruega por nosotros.
Torre Inmaculada de la Iglesia militante, ruega por nosotros.
Rosa Inmaculada entre las espinas, ruega por nosotros.
Olivo Inmaculado del campo místico del Señor, ruega por nosotros.
Modelo Inmaculado de todas las perfecciones, ruega por nosotros.
Causa Inmaculada de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Columna Inmaculada de nuestra fe, ruega por nosotros.
Fuente inmaculada del amor divino, ruega por nosotros.
Signo Inmaculado y cierto de salvación, ruega por nosotros.
Regla Inmaculada de la más perfecta obediencia, ruega por nosotros.
Morada Inmaculada del pudor y de la castidad, ruega por nosotros.
Ancora Inmaculada de nuestra salvación, ruega por nosotros.
Luz Inmaculada de los ángeles, ruega por nosotros.
Corona Inmaculada de los patriarcas, ruega por nosotros.
Gloria Inmaculada de los profetas, ruega por nosotros.
Doctora Inmaculada de los apóstoles, ruega por nosotros.
Fortaleza Inmaculada de los mártires, ruega por nosotros.
Sostén Inmaculado de los confesores, ruega por nosotros.
Pureza Inmaculada de las vírgenes, ruega por nosotros.
Consuelo Inmaculado de los que en ti esperan, ruega por nosotros.
Abogada Inmaculada de los pecadores, ruega por nosotros.
Guerrera Inmaculada y terror de los herejes, ruega por nosotros.
Madre y tutora Inmaculada de tu pequeña familia, ruega por nosotros.


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

v. Ruega por nosotros, Virgen Santa e Inmaculada.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración. Omnipotente y sempiterno Dios, que ordenas a Tu Iglesia que celebre la gloria de la Inmaculada Concepción de la Madre de Tu Hijo divino, haz que los que la honran piadosamente en la tierra, gocen algún día en el cielo de la eterna bienaventuranza. Amén.

10 de noviembre de 2017

HAY UN CORAZÓN QUE MANA





Hay un corazón que mana,
que palpita en el Sagrario,
el corazón solitario,
que se alimenta de amor.

Es un corazón paciente,
es un corazón amigo,
el que habita en el olvido,
el corazón de tu Dios.

Es un corazón que ama,
un corazón que perdona,
que te conoce y que toma,
de tu vida lo peor.

Que comenzó esta tarea
una tarde en el Calvario,
y que ahora desde el Sagrario
tan sólo quiere tu amor.

Decidle a todos que vengan
a la fuente de la vida.
Hay una historia escondida
dentro de este corazón.

Decidles que hay esperanza,
que todo tiene un sentido.
Que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.

Es el corazón que llora
en la casa de Betania.
El corazón que acompaña
a los dos de Emaús.

Es el corazón que al joven
rico amó con la mirada.
El que a Pedro perdonaba
después de su negación.

Es el corazón en lucha
del huerto de los Olivos,
que amando a sus enemigos
hizo creer al ladrón.

Es el corazón que salva
por su Fe a quien se le acerca.
Que mostró su herida abierta
al Apóstol que dudó.

Decidle a todos que vengan
a la fuente de la vida.
Que hay una historia escondida
dentro de este corazón.

Decidles que hay esperanza,
que todo tiene un sentido.
Que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.


MARÍA MÍRAME




María mírame, María mírame 
Si tú me miras, El también me mirará 
Madre mía mírame, de la mano llévame 
Muy cerca de El 
Que ahí me quiero quedar





María cúbreme con tu manto 
Que tengo miedo, no sé rezar 
Que por tus ojos misericordiosos 
Tendré la fuerza, tendré la paz. 

María mírame, María mírame 
Si tú me miras, El también me mirará 
Madre mía mírame, de la mano llévame 
Muy cerca de El 
Que ahí me quiero quedar. 

Madre consuélame de mis penas 
Es que no quiero, ofenderle más 
Que por tus ojos misericordiosos 
Quiero ir al cielo... ¡y verlos ya! 

María mírame, María mírame 
Si tú me miras, El también me mirará 
Madre mía mírame, de la mano llévame 
Muy cerca de El 
Que ahí me quiero quedar. 

Madre acógeme en el pesebre
junto a tu Niño y San José
que por tus ojos misericordiosos
toda mi vida sea un Belén.

María mírame, María mírame 
Si tú me miras, El también me mirará 
Madre mía mírame, de la mano llévame 
Muy cerca de El 
Que ahí me quiero quedar. 

En tus brazos quiero, descansar.

19 de octubre de 2017

AYUDA EN EL SOSTENIMIENTO ECONÓMICO DE NUESTRA PARROQUIA



AYUDA EN EL SOSTENIMIENTO ECONÓMICO DE nuestra PARROQUIA


PUEDES INGRESAR TUS DONATIVOS A NOMBRE DE 
"PARROQUIA SANTIAGO APÓSTOL DE CIGALES" EN CAJA MAR, 
MEDIANTE SUSCRIPCIONES MENSUALES, TRIMESTRALES, ANUALES O PUNTUALES

ES 76 3058 5032 4428 1010 6730

TODO EL QUE QUIERA PUEDE PEDIR CERTIFICADO DE SUS DONATIVOS PARA DESGRAVAR EN LA DECLARACIÓN DE LA RENTA.

GRACIAS A TU AYUDA, HEMOS PODIDO LLEVAR A CABO MUCHOS PROYECTOS, PERO TENEMOS PREVISTOS MUCHOS MÁS PARA RESTAURAR COMPLETAMENTE NUESTRA IGLESIA.

¡¡¡¡EL MANTENIMIENTO DE NUESTRO PATRIMONIO ES TAREA DE TODOS!!!!

MUCHAS GRACIAS.





15 de octubre de 2017

MODO DE ORAR SEGÚN SANTA TERESA DE JESÚS






I. QUÉ ES ORAR
 Te invito a algo tan sencillo como vivir la amistad con Jesús y cultivarla en el silencio, en el encuentro personal … en la oración.
Como toda amistad, necesita algunas condiciones para que dure y se haga más fuerte. Para llegar a ser orante necesitas cuidar:
  • Tus relaciones con los demás: respeto, amor, solidaridad, perdón…
  • Tu relación contigo.
  • Tu relación con Jesús.
Y algo más: “determinada determinación“. Sólo si comienzas con decisión y entusiasmo, sin importarte las dificultades (que llegarán), con constancia, encontrarás los frutos duraderos de la amistad con Jesús.
 II. ANTES DE EMPEZAR
Pasamos al momento concreto de la oración. Si quieres empezar de cualquier modo, puedes encontrar muchas dificultades. Para “ponernos en situación”, te pueden ayudar estas pequeñas pautas:
  • Busca un ambiente adecuado y silencio.
  • Prepara un texto del Evangelio, quizá un símbolo, un canto o alguna imagen: te ayudará a fijar la atención en Jesús.
  • Toma una postura relajada que te ayude a centrarte, a situarte desde dentro.
  • Poco a poco, toma conciencia de tu respiración, de tu cuerpo, de tu interior para estar en ti sin dispersión..
  • Centra ahora tu atención en Jesús, en su presencia amorosa en ti y en todo.

III. ENTRANDO EN LA ORACIÓN.
Ahora tienes que encontrar tu propio modo de orar, según tu modo de ser, tu sensibilidad y tu situación. Lo importante está en volvernos a Jesús, contemplarle y penetrar en su misterio con ayuda de su Espíritu.
Te pueden servir estas sugerencias:
  • Representarlo vivo en tu interior.
  • Mirarle adentrándote en alguna de las escenas evangélicas.
  • Contemplar una imagen de Jesús o repetir una frase breve que exprese lo que quieres decirle.
  • Recitar muy pausadamente el Padre nuestro, su oración, saboreándola.
Es bueno discurrir un rato, profundizar, comprender… pero esto no debe ser el centro del orar. La amistad es cosa del corazón…

IV. MÁS ADENTRO.

El centro de nuestra oración es la persona de Jesús. No importa cómo hayas entrado, la clave está en permanecer a su lado, dejarte mirar, escucharle, acoger su luz para conocerle a Él, penetrar en su misterio desde tu propio corazón y dejarte envolver por su presencia.
Estate allí, acallado el entendimiento, mira que te mira, acompáñale y habla y pide y regálate con Él. Pídele que aciertes a contentarle siempre, porque de Él te ha venido todo bien”
Es tiempo de recibir el don de Dios, de dejarle a Él la iniciativa para obrar, momento también de responder: Una palabra, un gesto, un sentimiento, una petición. Sobre todo, tiempo de reconocer y agradecer -¡su amor hace obras grandes!-, tiempo de pedir conocer su voluntad, cómo te sueña Dios en tu vida concreta.

V. ALGO SE MUEVE.

La oración no es un momento, es un camino. Te irá descubriendo poco a poco quién es Jesús, su misterio, sus valores, su propuesta, sus sentimientos y el amor con que te acoge y te busca… Al mismo tiempo, te ayudará a conocerte personalmente de otro modo, quién eres y cómo vives. Mirar a Jesús y mirarte tal y como Dios te ve y te sueña. No descuides esto, aunque no sea lo central, porque sólo así podemos vivir en la verdad. No hay oración sino en la verdad ¡como la amistad!.
También se irá concretando la llamada que Jesús te hace a vivir en libertad interior, la auténtica que da el Evangelio. Sean cuales sean tus circunstancias, te invita a vivir con Él y como Él. Ser orante es vivir el seguimiento de Jesús con todas las consecuencias.

VI. Y ¿DESPUÉS?

Con frecuencia, la oración será tiempo de paz, de alegría interior, de luz… pero no siempre. Tu momento personal, tu situación, el cuestionamiento que encuentras en la oración… hacen que los sentimientos  que nacen en la oración sean siempre distintos.
No evalúes por esto tu oración. Lo importante es que se produzca el encuentro, que tu actitud sea de atención amorosa y escucha. Recoge las luces que hayas recibido, agradece la presencia del Señor y su amor, la sientas o no. La oración es cuestión de fe, de tiempo, de constancia… y de compromiso.
Mira hacia fuera ¿acaso no empiezas a verlo todo de otra manera? Los demás, la vida da cada día, lo que sucede en el mundo tiene ya otros colores, colores de esperanza y de amor.

VII. LA HUELLA DE ORAR

La oración deja huella en nuestro interior, “deja dejos”. No se trata de tener muy buenos deseos, ni de hacer eso que llaman “buenos propósitos”. La oración, como la amistad, es sobretodo un DON, un regalo que, acogido desde el corazón, va haciendo crecer  algo nuevo, nos cambia. Y eso se nota por fuera, son esos “dejos confirmados con obras”.
Todos los sentimientos que puedan surgir en la oración tienen una importancia relativa. Lo fundamental es que esa obra de Jesús en ti, unida a tu respuesta, se va reflejando en otro modo de estar y actuar en la vida con otros valores, otros criterios, otros sentimientos profundos. Él nos ama sin medida ni condiciones. Amarle no es cosa de palabras bonitas, “sino servir con justicia y fortaleza y humildad”. Buen camino

11 de octubre de 2017


INTENCION DEL PAPA PARA EL MES DE OCTUBRE
Universal: Derechos de los trabajadores y desempleados. 

Por el mundo del trabajo, para que a todos se pueda asegurar el respeto y la protección de sus derechos y se dé a los desempleados la oportunidad de contribuir a la construcción del bien común.

Oración:
Dios de bondad, al crear el mundo, confiaste al hombre el cuidado de la creación. Por el trabajo de sus manos, el hombre garantiza su subsistencia. Pero tantas personas viven hoy privadas de sus derechos, en condiciones precarias de empleo, que causan grandes preocupaciones en relación con su futuro y sus familias. Mirando a tantas personas que no tienen trabajo y viven diariamente el drama de ver frustrados sus proyectos de vida.


Te pedimos, Señor, que acompañes con tu gracia a todos los que viven estas dificultades y que toquen los corazones de quienes deciden las políticas de empleo, para que se procure condiciones dignas de trabajo y sustento, para bien de la sociedad.


Desafíos para o mes:
1 Rezar por quien está desempleado, para que no pierda la esperanza, ni desista de buscar alternativas.

2 Acercarse a algún pariente o conocido que esté desempleado y ofrecerse para ayudar en lo que sea posible.


3 Estar atento a las oportunidades de empleo que surjan y divulgarlas para darlas a conocer a quien lo necesita.